Twitch está muy bien planteada como plataforma de retransmisión de contenido audiovisual en un entorno social. Sin embargo, hay que añadirle un elemento imprescindible a la ecuación para que funcione, uno que suele siempre actuar de forma heterogénea: el ser humano. Y como cualquier otro ámbito de la vida, todo lo que envuelve al ser humano tiene tanto su parte positiva, como su parte negativa.